La crioterapia es una de tantas técnicas de recuperación muscular y de otros tejidos de nuestro cuerpo.
Es muy efectiva a la hora de ayudar a recuperar nuestros músculos y otras inflamaciones que las personas presentan en distintas parte del cuerpo, bien sea por estrés físico provocado por la parte laboral o el estrés y posterior inflamación post entrenamiento con pesas o después de practicar algún tipo de deporte, o a quienes han pasado por el quirófano.
La crioterapia ofrece excelentes e inigualables beneficios. Esta técnica de recuperación y relativa relajación se lleva a cabo a temperaturas de hasta 190 grados Celsius bajo cero.
¿Cómo actúa la crioterapia?
A través de chorros de vapor de nitrógeno a -190°Cm que se aplican sobre la piel.
Pero, luego de la terapia, se genera el efecto contrario, de vasodilatación, con lo que mejora la circulación y el suministro de oxígeno y nutrientes a todas partes del cuerpo. Además, se activa el metabolismo y la eliminación de toxinas.
Paso a paso para aplicar la crioterapia
- La persona ingresa a una cámara con botas de lana y traje de baño.
- Los hombros y la cabeza permanecen fuera de la cabina, para evitar que el frío afecte las vías respiratorias.
- La cámara comienza a emitir chorros de vapor de nitrógeno desde los pies hasta el pecho.
Entonces el paciente debe comenzar a girar lentamente, al tiempo que mueve sus manos y pies. Esto con el fin de que el cuerpo permanezca activo y contrarreste la baja temperatura.
- Un terapeuta debidamente capacitado de acompañar todo el tiempo el proceso, primero explicándole al paciente en qué consiste, cómo debe moverse y luego permaneciendo atento ante cualquier eventualidad.
Sin embargo, la crioterapia no representa ningún riesgo de hipotermia u otro tipo de molestia.
- Al final de la terapia el paciente se toma una infusión de hierbas para favorecer la eliminación de toxinas.
¿Cuántas sesiones de crioterapia son necesarias?

Generalmente se realizan entre tres y diez sesiones de 3 a 4 minutos cada una, aplicadas con una frecuencia diaria.
Todo depende de los resultados que se vayan notando y en sí del objetivo que se quiera lograr.
Contraindicaciones de la crioterapia
La crioterapia debe ser aplicada en:
- Pacientes con enfermedades inmunológicas.
- Personas que sufran síndromes neurológicos.
Activación hormonal
El frío intenso, o mejor dicho las bajas temperaturas, producen la activación de diferentes hormonas relacionadas con el estado de ánimo:
Endorfinas: retrasan el envejecimiento, potencian el sistema inmunológico y generan una sensación de bienestar.
Serotonina: regula el sueño, el apetito y la presión arterial. Genera además sensación de placer.
Dopamina: regula el sueño, las funciones cognitivas como la atención, la capacidad para resolver problemas y mejora también la memoria. Tiene relación con la motivación y la recompensa.
¿Para qué sirve la crioterapia?
Beneficios estéticos:

- Mejora la apariencia y tono de la piel.
- Previene la formación de "arañas" vasculares.
Beneficios mentales:
- Combate el estrés favoreciendo la relajación.
- Mejora la calidad del sueño.
Beneficios físicos:
- Disminuye la inflamación, por lo cual favorece la rehabilitación de lesiones musculares.
- Contribuye al alivio del dolor crónico.
- Estimula la circulación sanguínea.
- Permite una recuperación más rápida en pacientes sometidos a cirugía.
- Aumenta la líbido.
- Favorece la destrucción de lesiones cutáneas precancerosas (queratosis).
¿En qué casos puede aplicarse la crioterapia?
- Celulitis.
- Manchas y verrugas.
- Fibromialgia, artritis reumatoide y migraña.
- Alergias y enfermedades respiratorias como asma y bronquitis.
- Problemas musculares esqueléticos como tendinitis y bursitis.
- Enfermedades cutáneas como psoriasis, neurodermatitis y eczemas.
- Enfermedades neurodegenerativas: Parkinson, esclerosis múltiple, neuralgias.
Depresión, ansiedad, insomnio y síndrome de fatiga crónica.
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